La situación del activista cubano Luis Manuel Otero Alcántara se ha tornado crítica después de estar incomunicado durante 20 días en la prisión de Guanajay. Según informes recientes compartidos por la activista Yanelis Nuñez, Otero Alcántara inició una huelga de hambre que duró más de 10 días, como medio de protesta para exigir su libertad y denunciar las condiciones de su encarcelamiento.

Durante este período, Otero Alcántara sufrió serias complicaciones de salud, incluyendo episodios de orina con sangre, lo cual es extremadamente preocupante dado que no ha recibido atención médica adecuada. Este deterioro físico es un reflejo de los tres años de encarcelamiento que ha enfrentado, marcados por condiciones injustas y una constante negación de sus derechos humanos básicos.

La huelga de hambre, una medida extrema que pone en riesgo su vida, fue la única herramienta que el activista encontró para expresar su desesperación y clamar por su libertad. A pesar de la debilitación física y el evidente daño mental, Otero Alcántara continúa apelando a la protesta pacífica como su forma de resistencia.

La situación ha generado una profunda preocupación entre sus seguidores y defensores de los derechos humanos. Yanelis Nuñez expresó en su declaración la tristeza y preocupación que sienten al ver a Otero Alcántara en un estado constante de riesgo e indefensión. La comunidad internacional y los defensores de los derechos humanos han sido llamados a prestar atención a este caso y exigir la liberación de Otero Alcántara y de otros presos políticos en Cuba.

El caso de Luis Manuel Otero Alcántara es emblemático de la lucha por la libertad de expresión y los derechos humanos en Cuba. Su determinación y sacrificio destacan la gravedad de la situación de los derechos humanos en el país y la urgencia de una respuesta global para apoyar a aquellos que, como él, están detenidos por expresar sus convicciones.

En estos momentos, la salud de Otero Alcántara sigue siendo una preocupación principal, y sus defensores continúan exigiendo que reciba la atención médica que necesita urgentemente. Mientras tanto, la lucha por su libertad y la de otros presos políticos en Cuba continúa, subrayando la importancia de la solidaridad y la acción internacional en la defensa de los derechos humanos.