Recientes denuncias han puesto de manifiesto la presencia de fuerzas militares cubanas, conocidas como “avispas negras”, en territorio venezolano. Estas fuerzas están siendo utilizadas para reprimir a los ciudadanos en diversas áreas del país, particularmente en la parroquia 23 de Enero de Caracas.

Testigos y residentes de la zona han reportado la aparición de estas patrullas militares, describiéndolas como operativos con un alto grado de organización y entrenamiento, muy diferentes a los típicos improvisados callejeros. Las “avispas negras”, con su distintivo uniforme y tácticas de represión, han sido vistas patrullando las calles, imponiendo un orden militar que genera temor entre la población.

La presencia de estas fuerzas cubanas ha levantado preocupaciones sobre la soberanía y la independencia de Venezuela, ya que se percibe como una intervención directa del régimen cubano en los asuntos internos del país. Las denuncias sugieren que el régimen de Nicolás Maduro está utilizando a estas fuerzas extranjeras para consolidar su control y sofocar cualquier intento de protesta o disidencia. Esta intervención se ha intensificado debido a que la policía y la Guardia Nacional Bolivariana han comenzado a volverse en contra de Maduro, apoyando al pueblo en sus demandas de libertad y justicia.

Este tipo de colaboración militar entre el régimen cubano y el venezolano no es nuevo, pero la visibilidad y el impacto de las “avispas negras” en el control de la población venezolana marcan un nuevo capítulo en la historia de la represión en Venezuela. Organizaciones de derechos humanos han condenado esta práctica y están haciendo un llamado a la comunidad internacional para que se investigue y se actúe en defensa del pueblo venezolano.

Mientras tanto, los ciudadanos en 23 de Enero y otras áreas afectadas viven bajo la constante vigilancia y represión de estas fuerzas militares extranjeras, que parecen estar decididas a mantener el status quo del régimen a toda costa.