El pasado 25 de abril de 2024, el periodista independiente José Luis Tan Estrada publicó en su muro de Facebook una denuncia conmovedora y preocupante. En esta publicación, Tan Estrada expuso la situación de abandono en la que se encuentra Antony, un niño de 13 años residente en Camagüey, quien padece una tumoración nasofaríngea en etapa 4. La enfermedad de Antony lo ha limitado severamente, impidiéndole asistir a la escuela y realizar actividades cotidianas, e incluso dificultando su movilidad.
Antony, a pesar de las adversidades, muestra una inteligencia y pasión destacables por el aprendizaje. Ama los cálculos, el estudio, y tiene un talento innato para el dibujo y la pintura. Sin embargo, sus capacidades han sido ignoradas y su derecho a la educación violado. Según la denuncia de Tan Estrada, la Dirección Provincial de Educación en Camagüey ha sido indiferente a las necesidades de Antony, manteniéndolo en un estado de abandono por más de un año sin respuesta o apoyo alguno.
La situación se tornó aún más alarmante cuando Dariel Morell, quien se identificó como el Jefe de Enseñanza de Secundaria Básica de la provincia, se puso en contacto con Tan Estrada tras la publicación. Morell prometió atención inmediata al caso, solicitando los datos del niño para ocuparse personalmente. A pesar de estas promesas, han pasado tres meses y ni Morell ni ningún otro funcionario han visitado a Antony para ofrecerle la ayuda necesaria, denuncia en su perfil de Facebook el periodista.
El único apoyo que ha recibido Antony proviene de Tan Estrada, quien voluntariamente ha comenzado a impartirle clases de Español y Matemáticas. A pesar de la falta de asistencia institucional, Antony continúa demostrando su deseo de aprender y su resiliencia frente a las dificultades, ofreciendo una lección de vida a quienes lo rodean.
Este caso resalta la urgencia de una intervención educativa y médica adecuada para Antony. Además, subraya la necesidad de un especialista en artes plásticas que pueda ayudarle a desarrollar su talento natural en la pintura, brindándole no solo una salida creativa sino también una forma de expresión y consuelo ante su difícil situación.
La comunidad está llamada a no dejar caer en el olvido a Antony, un guerrero cuya historia es un recordatorio del poder del espíritu humano y la necesidad de compasión y acción en tiempos de necesidad. La falta de respuesta por parte de las autoridades es inaceptable y es crucial que se tomen medidas inmediatas para garantizar que Antony reciba el apoyo educativo y sanitario que merece.







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