El régimen cubano se pronunció el miércoles tras una protesta de masones en el edificio de la Gran Logia de Cuba en La Habana, en contra del nombramiento de Mario Urquía Carreño como Gran Maestro, alegando que su designación fue impuesta por el gobierno.

Declaración del Régimen

Según el comunicado oficial, la Dirección de Asociaciones del Ministerio de Justicia realizó una evaluación de las decisiones tomadas por el Supremo Consejo del Grado 33 y la Gran Logia de Cuba sobre sanciones a integrantes y las elecciones de sus directivos el pasado 24 de marzo. Detectaron «irregularidades por incumplimiento de sus estatutos internos».

«En atención a lo anterior, se indicó realizar esos procesos nuevamente en correspondencia con los estatutos y la voluntad de sus integrantes. La Masonería en Cuba se ha caracterizado por su cubanía, patriotismo, respeto a las leyes y adecuadas relaciones con la Dirección de Asociaciones del Ministerio de Justicia», concluye el comunicado.

La Protesta

La protesta, ocurrida el martes pasado, se originó porque los masones se niegan a reconocer a Urquía Carreño como Gran Maestro. «Necesitamos restaurar la moral y el orden de la Gran Logia de Cuba”, declaró Iriel Hernández Cobreiro. Evelio Núñez, de la logia Eureka, añadió: “La masonería cubana está haciendo un muy justo reclamo a todo lo que está pasando y consideramos que el señor Urquía Carreño es una persona con muy baja catadura moral como para ocupar el puesto de Gran Maestro y representarnos y ser nuestra voz ni aquí ni en ninguna parte del mundo”.

Detención de Ángel Santiesteban-Prats

Hoy, la Seguridad del Estado detuvo a Ángel Santiesteban-Prats, un reconocido escritor con varios premios internacionales y ex preso político. Santiesteban-Prats es también un masón intachable, de los de más alto rango en el país. Su detención se percibe como una afrenta directa a la Masonería tras la protesta en la Gran Logia, y como un intento de darle a sus reclamos una connotación política.

Contexto y Conflicto

El Gran Maestro fue expulsado de su cargo en marzo pasado luego del robo de 19 mil dólares de su oficina, hecho ocurrido en enero de este año. En consecuencia, Urquía Carreño fue expulsado de la logia a gritos de “fuera, usurpador, sinvergüenza, traidor”. Sin embargo, en junio, la Dirección de Asociaciones del Ministerio de Justicia de Cuba (MINJUS) invalidó dicha expulsión y ordenó su restitución en el cargo.

Según videos difundidos en redes sociales, la institución estaba bajo fuerte vigilancia policial y de agentes de la Seguridad del Estado durante la protesta.

Este acto de represión no es solo un golpe a la Masonería, sino también a uno de los vestigios más importantes de libertad que quedan en la Isla. La comunidad masónica cubana está bajo ataque, con la complicidad de Mario Urquía y los órganos represivos. Este no es solo un golpe a la Masonería, sino a la patria, ya que buscan implantar una dictadura dentro de una institución que ha promovido la libertad, igualdad y fraternidad durante décadas.

Cómo Ayudar

Para asistencia o información adicional, los interesados pueden contactar a:

La solidaridad internacional y el apoyo a los masones cubanos son cruciales para preservar uno de los últimos bastiones de pensamiento libre en Cuba. La comunidad internacional debe estar alerta y brindar su apoyo para que se respete la voluntad y los derechos de los masones en la Isla.

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