En el mes de julio, los residentes de Sagua la Grande, un municipio de la provincia de Villa Clara, se enfrentaron a una situación alarmante respecto al acceso a productos básicos. Según los vecinos, el único artículo vendido a través de la canasta básica fue una pequeña cantidad de aceite, junto con cigarrillos, lo que ha generado preocupación sobre cómo sostenerse durante el resto del mes.

La escasa cantidad de aceite que se muestra en las imágenes compartidas por los residentes es motivo de alarma, ya que se espera que esta ración dure un mes entero para una persona. Además, el sartén, que se distribuye diariamente, llega en condiciones deplorables, con una textura dura que lo hace comparable a un ladrillo, reflejando así la baja calidad de los alimentos disponibles.

Un elemento destacado en la venta libre es un embutido, descrito como «chorizo» por los locales, vendido a un precio elevado de 270 pesos cubanos. Este alto costo es un golpe duro para muchas familias en un contexto de salarios bajos y alta inflación, haciendo que este producto sea inaccesible para muchos. La calidad de este chorizo ​​también ha sido puesta en duda, lo que agrava aún más la situación.

El régimen cubano, caracterizado por un control centralizado y restricciones a la iniciativa privada, ha llevado a una falta de eficiencia en la producción y distribución de alimentos y otros bienes esenciales. Esta falta de libertad económica ha limitado gravemente el desarrollo individual y la innovación, lo que ha contribuido a la actual crisis de abastecimiento.

Además, el control estatal sobre la economía y la falta de apertura a un mercado libre han resultado en una gestión ineficiente y desmotivación en la producción, lo que se traduce en productos de baja calidad y en escasez de bienes básicos. La falta de libertad política y económica también impide que los ciudadanos puedan emprender y buscar soluciones alternativas para mejorar su situación.

En conclusión, la crisis en Cuba es principalmente un reflejo de sus políticas internas y del control autoritario que limita tanto el desarrollo económico como el personal de sus ciudadanos. La situación en Sagua la Grande es una clara manifestación de cómo las políticas del régimen afectan la vida diaria de los cubanos, quienes enfrentan dificultades para acceder a productos básicos y de calidad.