En 2020, la firma de inversiones CRF, registrada en las Islas Caimán, presentó una demanda contra Cuba y el Banco Nacional de Cuba (BNC). La demanda se centraba en dos préstamos otorgados originalmente a Cuba por bancos europeos en la década de 1980, con un valor total de 72 millones de euros (equivalente a 78 millones de dólares).

Durante una audiencia en enero de 2023, La Habana argumentó que el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales no tenía jurisdicción para escuchar el caso presentado por CRF. Sin embargo, la jueza Sara Cockerill falló que, aunque el tribunal no podía considerar la demanda contra Cuba, sí tenía jurisdicción para proceder con el caso contra el Banco Nacional de Cuba. En su fallo, Cockerill declaró: «CRF ha tenido éxito contra el Banco Nacional de Cuba… al mismo tiempo, ha perdido contra Cuba».

Declaración del Banco Nacional de Cuba

El 4 de abril de 2023, la Alta Corte de Inglaterra y Gales decidió que debía investigarse si el fondo buitre CRF I Limited era un acreedor legítimo del Banco Nacional de Cuba. Esta decisión fue apelada por el BNC y aceptada por un tribunal superior. Como resultado, el Tribunal de Apelación de Londres llevará a cabo una audiencia el 24 de julio de 2024 para revisar la reclamación.

El Banco Nacional de Cuba ha mantenido consistentemente que CRF I Limited no es un acreedor legítimo y, por lo tanto, no hay fundamento para la reclamación. Además, el BNC ha reiterado su disposición al diálogo y su compromiso con el respeto a las deudas contraídas con acreedores legítimos, destacando que esto no se aplica a entidades externas como CRF I Limited.

El desarrollo de esta disputa legal refleja las complejidades de la deuda y la jurisdicción internacional. El resultado de la audiencia en Londres será crucial para determinar la validez de la reclamación de CRF y la posición del Banco Nacional de Cuba en este caso.

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