El padre Alberto Reyes Pías, sacerdote de la Diócesis de Camagüey, ha expresado su profunda preocupación por las precarias condiciones de vida que padecen los cubanos y el impacto antropológico negativo que la prolongada crisis económica, política y social está causando en la población. En su intervención en el programa «Las noticias como son» de Martí Noticias, el sacerdote calificó a Cuba como “un barco que se hunde, desgraciadamente”.
«La gran pregunta que me hago todos los días es, los que están en el timón del barco, ¿no ven que esto no va a ningún lugar?”, cuestionó Reyes. Enfatizó la gravedad de la situación al señalar que prácticamente todo en el país se ha convertido en un problema o una dificultad. “Aquí a mi iglesia viene gente todos los días pidiendo medicinas, porque no hay, pero con todo es así. Cuando las personas no tienen qué comer, cuando no tienen qué darle a los hijos, aumenta la desesperación por escapar, por irse», explicó.
Reyes destacó que el daño antropológico causado a la sociedad cubana es tan grande que tomará muchos años para que los cubanos puedan recuperarse. “Esto lo vamos a arrastrar mucho tiempo, con la buena noticia de que un día empezaremos a caminar hacia la luz y hacia una sociedad definitivamente distinta, pero el daño antropológico lo vamos a arrastrar años, muchos años, desgraciadamente”, agregó.
A mediados de mayo, durante los apagones que duraban hasta 18 horas en la mayoría de las provincias del país, el sacerdote anunció que tocaría las campanas de su iglesia en señal de protesta cada vez que se fuera la electricidad. «Tocaré las campanas de la iglesia 30 veces, con el repique lento de los cortejos fúnebres, con el repique que anuncia muerte y luto: la muerte agonizante de nuestra libertad y de nuestros derechos, la asfixia y el colapso de nuestras vidas”, escribió en su columna “He Estado Pensando”, publicada periódicamente en Facebook. Sin embargo, unos días después le prohibieron seguir con la iniciativa.
El padre Alberto Reyes, una de las voces más críticas dentro de la iglesia en Cuba, también cuestionó recientemente la situación de los cientos de presos políticos que permanecen en las cárceles de la isla tras las protestas del 11 de julio de 2021. «Cuando en una sociedad, los que gobiernan, responden con la cárcel a quienes piensan diferente, es primitivo y habla muy mal de un gobierno, de una sociedad, donde la respuesta a la diferencia es la represión, la cárcel, la exclusión», comentó.
Las declaraciones del padre Reyes reflejan la desesperación y el sufrimiento de los cubanos, además de subrayar la urgente necesidad de un cambio profundo en la isla para restaurar la libertad y los derechos fundamentales de la población.







Deja un comentario