Las perspectivas demográficas de Cuba no son alentadoras de aquí hasta el 2100, según un reciente estudio presentado por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Las estimaciones de la vigésimo octava edición de las Perspectivas de Población Mundial muestran una significativa disminución de la población cubana.
El informe de la ONU analiza datos desde 1950 hasta la actualidad para 237 países o zonas, utilizando resultados de 1,910 censos nacionales, información de los sistemas de registro civil y 3,189 encuestas de muestreo representativas a nivel nacional. Las proyecciones de población hasta el año 2100 revelan tendencias preocupantes para Cuba, que verá su población caer por debajo de los seis millones de habitantes para finales de siglo.
En comparación, en 2022 la población cubana estaba cerca de los siete millones. Esta alarmante proyección refleja un decrecimiento de más de un millón de habitantes. Las alertas sobre el declive demográfico no son nuevas para los cubanos. En 2016, un estudio de Foresight Cuba, basado en datos de la ONU y otras organizaciones, ya advertía sobre la evolución negativa del número de nacimientos, defunciones y el saldo migratorio en la isla.
Desde el boom demográfico de la década de 1960, la natalidad ha ido disminuyendo mientras que la mortalidad ha aumentado. El saldo migratorio negativo, exacerbado por crisis y restricciones para la salida del país, ha agravado la situación. Hoy, Cuba es el país más envejecido de América Latina y se proyecta que en 2050 será uno de los diez países más envejecidos del mundo. La tasa de natalidad no se prevé que suba por encima del nivel de reemplazo, con un número de defunciones mayor que el de nacimientos en los próximos tres años. Se espera que Cuba pierda hasta 2,2 millones de habitantes para 2050.
Un estudio demográfico independiente, al que tuvo acceso la agencia Efe, revela que la población cubana se desplomó un 18% entre 2022 y 2023, situándose en 8,62 millones de personas. Este estudio, realizado por el economista y demógrafo cubano Juan Carlos Albizu-Campos, destaca el impacto del éxodo masivo que sufre el país desde 2021, y busca suplir la falta de estadísticas oficiales sobre las oscilaciones demográficas.
El cálculo se basa en las cifras de cubanos que han llegado a Estados Unidos entre octubre de 2021 y abril de 2024, totalizando 738,680 personas según las autoridades estadounidenses. Cuba lleva doce años sin realizar un censo de población y el gobierno ha pospuesto el censo programado para 2022 hasta 2025, citando dificultades económicas.
Estas proyecciones demográficas presentan un futuro desafiante para Cuba, donde el envejecimiento poblacional y la emigración masiva están remodelando la estructura demográfica de la isla, con implicaciones significativas para su desarrollo económico y social.







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