En un desgarrador vídeo, Yasser Martínez Rivero expresó su profundo dolor e indignación frente al féretro de su hija, quien perdió la vida en un trágico accidente. Las declaraciones de Martínez revelan no sólo una tragedia personal, sino también serias fallas en el sistema de respuesta y asistencia en Cuba.
“Mira, esta es mi hija, mi hija querida”, exclamó Martínez, señalando el féretro de su hija. La tragedia se produjo alrededor de las 4 de la mañana, momento desde que Martínez vivió una odisea de frustración y desesperación. «Pasaron mil carros por la orilla de ahí y nadie la recogió», denunció, resaltando la aparente indiferencia de los conductores que pasaron por el lugar del accidente.
Martínez relató que, tras el accidente, tuvo que trasladarse al municipio de Nuevitas en busca de ayuda, solo para encontrar más obstáculos. «Llegué a Nuevitas, al municipio de Nuevitas, y por no haber un transporte, por no haber combustible, en el país de pinga este, no me pudieron traer a la niña para aquí, para Manatí», explicó, visiblemente afectado. Esta falta de recursos básicos como el combustible impidió que su hija recibiera el traslado adecuado, aumentando el dolor de la pérdida.
La crítica de Martínez no se limitó a la falta de asistencia inmediata. En un mensaje cargado de dolor y furia, dirigió su frustración directamente al régimen cubano y al presidente designado Díaz-Canel. «Mira Díaz-Canel, mírame, yo, yo, yo voy a subir esto, yo me resingo en tu madre», expresó, reflejando una profunda desilusión y enojo hacia las autoridades del país. «Yo me resingo en toda tu generación, yo me resingo en todos los comunistas, yo me resingo en todos los que hicieron la patria de pinga esta», continuó, señalando a aquellos que se consideran responsables de la situación actual en Cuba.
El lamento de Martínez se amplificó al señalar las dificultades para velar a su hija adecuadamente. «Mi hija no puedo velarla, en mi casa tranquila», dijo, lamentando la imposibilidad de darle a su hija un velorio digno debido a las restricciones y carencias que enfrenta.
Finalmente, en un desafío abierto al régimen, Martínez expresó su disposición a enfrentar cualquier consecuencia por sus palabras. «Mándame a buscar preso, mátame, hijo de puta, yo voy a subir esto», declaró. Su mensaje final fue un clamor contra el comunismo y la situación crítica en su país. «Mira mi hija como era, mira, y mira como me la devolvieron, por no haber un transporte», concluyó, mostrando el devastador impacto de las deficiencias sistémicas en su vida.
Este testimonio pone de relieve las serias deficiencias en la infraestructura y el sistema de apoyo en Cuba, y se suma a las voces de muchos cubanos que claman por mejoras urgentes. La tragedia de la familia Martínez se convierte así en un símbolo del sufrimiento y las demandas de cambio de una nación.







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