Caracas, 6 de julio de 2024 – En un acto cargado de simbolismo y retórica, Nicolás Maduro ha asegurado a la cúpula militar venezolana que no tiene intención de dejar el poder. Durante el desfile militar conmemorativo de la Independencia y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Maduro juró ante los militares que continuará siendo el comandante en jefe del país. «Juro ante ustedes que este bastón de mando de comandante en jefe seguirá en buenas manos en los años por venir. Jamás caerá en manos de ningún oligarca o títere», exclamó en una referencia directa al candidato opositor Edmundo González Urrutia, quien actualmente le supera en las encuestas.
El desfile contó con la presencia de tropas enviadas por el Kremlin, portando la bandera rusa, un claro indicativo del apoyo internacional que Maduro destacó durante su discurso. «Tenemos el apoyo de Rusia, China e Irán, que nadie se equivoque con Venezuela», afirmó el mandatario, dejando claro su plan de mantenerse en el poder a pesar de las predicciones de derrota electoral.
En paralelo, la oposición venezolana ha centrado el segundo día de campaña en la influencia militar sobre el proceso electoral del próximo 28 de julio. La líder opositora María Corina Machado y González Urrutia enviaron mensajes directos a los militares, subrayando la importancia de su papel en una potencial transición democrática. «No nos fallen, nosotros no les fallaremos. La nación los necesita», dijo Machado, mientras González Urrutia prometió equipar y profesionalizar la Fuerza Armada si es elegido presidente.
La sombra de la corrupción sigue marcando al estamento militar chavista, que ha apoyado sin reservas la campaña de Maduro. Recientemente, Maduro ascendió a 25 generales de división y 31 generales de brigada, además de 112 nuevos coroneles de la Guardia Nacional, incluyendo a figuras controversiales como Alexander Granko Arteaga, señalado en informes de derechos humanos de Naciones Unidas por su participación en torturas.
El papel de los militares será crucial el 28 de julio, cuando estarán encargados del Plan República, supervisando los colegios electorales. La oposición confía en que las Fuerzas Armadas respetarán la voluntad popular y facilitarán una transición pacífica, a pesar del historial de interferencias en procesos electorales anteriores.
Esta jornada electoral se presenta como un desafío significativo para Venezuela, con una población dividida y un clima político tenso, donde las promesas y amenazas marcan el ritmo de una campaña decisiva para el futuro del país.







Deja un comentario