La organización Prisoners Defenders ha denunciado recientemente los abusos cometidos en la prisión de Guanajay, ubicada en la provincia de Artemisa, Cuba, contra dos presos políticos vinculados a las protestas del 11 de julio de 2021 (conocidas como #11J). Los dos jóvenes afectados han decidido iniciar huelgas de hambre como medida de protesta y desesperación ante la situación que enfrentan.

Denys Hernández Ramírez, uno de los presos políticos afectados, ha comenzado una huelga de hambre en un acto de desesperación por los abusos que asegura sufrir en la prisión de Guanajay. Hernández Ramírez fue condenado a seis años de prisión por su participación en las protestas del #11J, y su situación en el penal se ha vuelto insostenible.
Por otro lado, Victor Alejandro Panceira Rodríguez, quien fue condenado a siete años de prisión, ha sido trasladado inesperadamente a la prisión Kilo 5 y medio en Pinar del Río. Este traslado se realizó sin notificación previa a su familia, alejándolo más de 100 kilómetros de sus seres queridos, lo que ha generado una gran angustia tanto para Panceira Rodríguez como para su familia. En respuesta a este traslado y a las condiciones que enfrenta, Panceira Rodríguez ha iniciado también una huelga de hambre.
La situación de estos presos políticos ha generado preocupación y llamado la atención de diversas organizaciones de derechos humanos. Según Prisoners Defenders, estos actos son una muestra más de las violaciones a los derechos humanos que se cometen en las cárceles cubanas contra quienes se atreven a expresar su disidencia.
Es imperativo que la comunidad internacional preste atención a estas denuncias y exija al gobierno cubano el respeto a los derechos humanos de todos los presos políticos. La situación de Denys Hernández Ramírez y Victor Alejandro Panceira Rodríguez es solo un reflejo de la represión que enfrentan muchos otros dentro de las cárceles del país.







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