La Palma, Pinar del RíoEn un acto de la habitual retórica del régimen, el puesto a dedo Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recorrió sitios de interés en el municipio de La Palma, instando a diversificar las producciones y aprovechar todas las potencialidades, en un intento de proyectar una imagen de progreso y transformación.

Esta visita, la sexta de la máxima dirección del Comité Central a la provincia de Pinar del Río, aparenta apuntar a los problemas locales, pero en realidad perpetúa un sistema donde la corrupción y la ineficacia son la norma.

Finca agropecuaria Marbajita: la ilusión de progreso

La finca agropecuaria Marbajita, perteneciente a la Empresa Forestal La Palma, se presenta como un ejemplo de diversificación, con cultivos de yuca, plátanos y maíz, y más de 10 hectáreas en preparación para otros cultivos. Sin embargo, detrás de esta fachada, el terreno, antes gestionado por la UBPC La Miriam, es otro ejemplo de la fragmentación y mala gestión crónicas del sistema.

Osmel Portales Almora, director de la Empresa Forestal, reconoció pérdidas de seis millones de pesos en 2023, reducidas a un millón en la actualidad. No obstante, estas cifras reflejan una economía plagada de precios artificiales y escasez de recursos, donde la madera se vende muy por debajo de su costo real debido a la falta de combustibles y lubricantes. Las lluvias también entorpecen las labores de corte y extracción de madera, pero el régimen siempre encuentra excusas para justificar la ineficiencia.

A pesar de los elogios de Díaz-Canel, que destacaron el trabajo de solo seis hombres en la producción directa, la realidad es que la explotación de estos trabajadores se mantiene en condiciones precarias, mientras que la autorización para el uso de madera en viviendas tipología IV se encuentra atrapada en la burocracia del estado.

Empresa de acopio y beneficio del tabaco La Palma: una farsa económica

En la finca de frutales del usufructuario Gustavo Rodríguez, vinculada a la Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco La Palma, Díaz-Canel reiteró la necesidad de una organización laboral que nunca parece materializarse. La empresa cerró 2023 con 16 millones de pesos en pérdidas y prevé terminar 2024 con unos 22 millones de pérdidas, reflejando un sistema económico colapsado.

Reinier Izquierdo, director de la empresa, afirmó que para junio podrían vender el tabaco atrasado de campañas anteriores y diversificar las producciones, pero estas promesas suenan vacías en un contexto donde la mala gestión es endémica. Mientras tanto, Rodríguez paga a sus obreros 400 pesos por media jornada, perpetuando un sistema de trabajo informal y sin garantías sociales.

Díaz-Canel, en su habitual discurso, insistió en la formalización del trabajo y el pago de impuestos, una ironía en un sistema donde la evasión fiscal y la corrupción están profundamente arraigadas.

La Ceja: una comunidad en la sombra del desinterés estatal

En la comunidad de La Ceja, del consejo popular Santos Cruz, Díaz-Canel discutió sobre el programa de construcción de viviendas. Aunque se jactó de que este territorio no es de los más retrasados, la realidad es que la comunidad sigue luchando con carencias básicas. Con unos 1100 habitantes, La Ceja ha avanzado en la reparación del comedor del Sistema de Atención a la Familia, de la escuela primaria Jesús Lemus y del consultorio, pero estos logros son producto del esfuerzo de los propios pobladores más que del apoyo estatal.

El recorrido de Díaz-Canel por Pinar del Río, más que subrayar una verdadera intención de mejora, pone de manifiesto la continua propaganda del régimen. La realidad de Cuba sigue siendo una economía estancada, gestionada por un sistema corrupto que sigue mintiendo al pueblo y perpetuando sus propias fallas estructurales.

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