En una reciente publicación de Facebook, un grupo de trabajadores del Hotel La Granjita ha revelado un esquema de robo sistemático y corrupción dentro de esta instalación de propiedad estatal. Según la denuncia, las irregularidades comienzan desde la llegada de los clientes de pase día al hotel.

La publicación detalla que, al llegar los clientes a la recepción, se les cobra en efectivo prácticamente a todos los visitantes, evitando así registros oficiales. Este mismo método se aplica a aquellos que desean acceder al buffet. Al finalizar la tarde, los empleados de la recepción se coordinan con el personal del bar de la piscina para determinar cuántos clientes van a reportar oficialmente. Luego, pagan con sus propias tarjetas los registros necesarios y se quedan con el dinero de los demás clientes, aplicando esta misma táctica al buffet.

Además, se reporta que a los clientes que llegan por la noche con la intención de hospedarse se les cobra 10098$ en efectivo, pero se registra la habitación a precio de día, que es mucho más bajo. Las pulseras que utilizan para identificar a los clientes no se colocan a los extranjeros que van de paso, y sólo se crean cuentas de internet para estos visitantes extranjeros, a menos que los clientes cubanos lo soliciten específicamente.

La denuncia también menciona a varios implicados en estas actividades ilícitas. Dailenis Cabrera y Arlett, ambas de recepción (aunque Arlett ya no está trabajando actualmente), y el turno de «Pastel» en el bar de la piscina, son señalados como participantes activos en estas prácticas. Los empleados del bar de la piscina también están involucrados en la compra de cerveza en la calle para venderla a precios elevados dentro de la instalación.

Foto de las corruptas

Los trabajadores, quienes prefieren mantener el anonimato por temor a represalias, han utilizado Facebook como plataforma para hacer pública esta situación, esperando que las autoridades competentes tomen medidas contra estas personas que no escatiman en nada para enriquecerse a costa de los clientes. En la publicación, se incluyen imágenes de Dailenis Cabrera y Ana Lauren, la comercial también cómplice.

Es importante señalar que este tipo de corrupción no es un caso aislado en Cuba. La corrupción a nivel institucional es un problema arraigado en el país, donde muchos señalan que el sistema político y económico, controlado por una dictadura y un gobierno centralizado, facilita este tipo de conductas. La falta de transparencia y la impunidad para los actos corruptos, que a menudo involucran tanto a funcionarios del estado como a trabajadores de empresas estatales, crea un ambiente donde el abuso de poder y el robo son prácticas comunes.

Esta situación de abuso y corrupción debe ser abordada con urgencia para restaurar la integridad y el buen funcionamiento del Hotel La Granjita. Los denunciantes esperan que su queja sea tomada en serio y se realicen las investigaciones pertinentes, en un esfuerzo por combatir un sistema corrupto de principio a fin que afecta a toda la sociedad cubana.

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