La reciente donación de 600.000 euros por parte de la Unión Europea (UE) destinada a la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de Cuba, a través del programa Transcultura de la Unesco, ha generado preocupaciones sobre el uso efectivo de estos recursos. Existen denuncias persistentes de que la dictadura cubana ha desviado fondos donados anteriormente por gobiernos, ONGs y fundaciones para propósitos distintos a los inicialmente previstos, sin que estos contribuyan al bienestar del pueblo.
El proyecto tiene como objetivo equipar a la EICTV con modernas mesas de grabación y mezcla, equipos de postproducción, computadoras, insumos informáticos y software avanzado. No obstante, la falta de transparencia histórica en el manejo de fondos por parte de la dictadura cubana ha sembrado dudas sobre si estos recursos realmente beneficiarán a los jóvenes cineastas cubanos y caribeños, como se pretende.
Anne Lemaistre, directora de la Oficina Regional de Cultura y Oficina Multinacional para Cuba, República Dominicana y Haití de la Unesco, ha destacado la importancia de la EICTV como un centro de diversidad cultural y enseñanza cinematográfica de renombre mundial. Sin embargo, las críticas han señalado que la escuela podría convertirse en un escenario más para el desvío de fondos destinados a proyectos educativos hacia otros fines.
El programa Transcultura, que cuenta con un respaldo financiero significativo de la UE, incluye no solo la mejora de infraestructuras educativas como la EICTV, sino también becas, cursos y programas culturales en la región del Caribe. La falta de garantías sobre el uso efectivo y transparente de estos fondos plantea un desafío para asegurar que realmente contribuyan al desarrollo cultural y educativo de la región.
Ante estas circunstancias, es imperativo que la comunidad internacional mantenga una vigilancia rigurosa y exija rendición de cuentas sobre el manejo de estos recursos, asegurando que cumplan su propósito original de beneficiar a las comunidades educativas y culturales sin desviarse hacia otros intereses.
La transparencia y el compromiso con el bienestar educativo y cultural deben ser prioritarios para asegurar que los fondos destinados a proyectos como la EICTV impacten positivamente en la sociedad y en el desarrollo de las artes cinematográficas en la región.







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