La Habana, 23 de junio de 2024

Alexander Guillermo Martínez Amoroso, un preso político que ha permanecido en silencio para muchos durante más de dos años, ha decidido plantarse en huelga de hambre en el Combinado del Este según denuncia en su perfil de Facebook Fidel Rangel. Alexander, de 32 años, fue arrestado por participar en las manifestaciones del 11 y 12 de julio de 2021 en el barrio La Güinera, y condenado a 18 años de prisión bajo acusaciones de participar en actividades subversivas contra el gobierno.

Desde hace poco más de una semana, Alexander ha iniciado una huelga de hambre como protesta ante lo que considera una sentencia injusta y la prolongada privación de su libertad. En un mensaje enviado a sus allegados, Alexander solicitó que se denuncie su situación, afirmando que no piensa seguir aceptando las arbitrariedades a las que ha sido sometido.

Familiares y amigos de Alexander habían mantenido un perfil bajo por temor a represalias, lo que ha dificultado la visibilidad de su caso. Sin embargo, una reciente fotografía de Alexander, compartida por personas comprometidas con la justicia, ha comenzado a circular en las redes sociales, despertando la atención sobre su situación.

El estado de salud de Alexander es crítico. A pesar de los intentos del régimen por disuadirlo, incluyendo la intervención de un psiquiatra enviado para convencerlo de abandonar su huelga, Alexander se mantiene firme en su decisión. Sus condiciones físicas se han deteriorado notablemente, y se encuentra extremadamente débil.

Este suceso resalta la difícil situación de muchos presos políticos en Cuba, quienes permanecen en las sombras sin recibir la atención necesaria. La comunidad internacional y los defensores de derechos humanos están llamados a prestar atención a estos casos y ejercer presión para la liberación de quienes han sido encarcelados por expresar su deseo de libertad y justicia.

El caso de Alexander Guillermo Martínez Amoroso es un ejemplo más de la represión que enfrentan aquellos que se atreven a levantar su voz contra el régimen. La responsabilidad de lo que le suceda a Alexander recae directamente en el gobierno cubano, y es imperativo que se tomen medidas inmediatas para salvaguardar su vida y asegurar su liberación.