A 15 kilómetros del poblado de Ciro Redondo, en la Isla de la Juventud, una madre enfrenta una situación desesperada y angustiante. Ideslaine Leyva Ronquillo, madre de cuatro niñas, ha denunciado la falta de apoyo y respuesta por parte de las autoridades sociales a pesar de la grave condición de salud de sus hijas.

Las cuatro niñas sufren de asma y una de ellas también padece epilepsia, condiciones que requieren atención médica constante y un entorno adecuado para evitar complicaciones. Sin embargo, a pesar de la urgencia de su caso, Leyva Ronquillo ha recibido una respuesta desalentadora de la trabajadora social asignada a su caso. Según la madre, la trabajadora social le comunicó que su situación no sería atendida porque había casos más críticos.

Este tipo de respuesta ha generado una profunda indignación y preocupación en la comunidad, que ve con impotencia cómo una familia vulnerable no recibe la ayuda necesaria. La salud de las niñas es una prioridad ineludible, y el hecho de que una de ellas tenga epilepsia agrava aún más la necesidad de atención inmediata y adecuada.

La familia vive en condiciones precarias, sin los recursos necesarios para enfrentar las demandas médicas y de cuidado que requieren las niñas. La falta de medicamentos, inhaladores y otros equipos necesarios para el manejo del asma y la epilepsia pone en riesgo constante la vida de las niñas, además de afectar su calidad de vida y su desarrollo.

Ideslaine Leyva Ronquillo ha buscado apoyo en diferentes instituciones, pero hasta ahora no ha recibido una respuesta positiva. La comunidad ha tratado de ayudar en la medida de sus posibilidades, pero la situación requiere una intervención más estructurada y sostenida por parte de las autoridades competentes.

Este caso pone de manifiesto las deficiencias en el sistema de atención social y de salud en la región, y plantea serias preguntas sobre las prioridades y la eficiencia de los recursos destinados a las familias más vulnerables. La trabajadora social, quien debería ser un puente para facilitar el acceso a los servicios y recursos necesarios, se ha convertido en un obstáculo más, al minimizar la gravedad del caso de Leyva Ronquillo.

Es imperativo que las autoridades revisen y reconsideren el manejo de este caso, asegurando que se brinde la atención necesaria a esta familia. Las niñas merecen una oportunidad de vivir en mejores condiciones y de recibir el tratamiento adecuado para sus enfermedades. Ignorar su situación no solo es un fallo del sistema, sino también una grave injusticia social.

En momentos de crisis, la solidaridad y el apoyo institucional son fundamentales. La comunidad de Ciro Redondo y, en particular, la familia de Ideslaine Leyva Ronquillo, necesitan que se tomen acciones concretas y urgentes para resolver esta situación. Las vidas y el bienestar de cuatro niñas dependen de ello.

Deja un comentario

Suscribirse

Tendencias