Santiago de Cuba, 18 de junio de 2024 – La situación en la Funeraria Santiago ha llegado a un punto crítico, según una denuncia recibida de Yanelis Rodríguez Semanat, residente del Reparto Abel Santamaría. En su testimonio, Rodríguez Semanat relata las difíciles circunstancias que enfrentó para enterrar a su tía fallecida.
«Le escribo para que haga pública mis inquietudes y no deje de poner mi nombre y mis apellidos, para que no haya duda», dijo la denunciante.


Según Yanelis, su tía falleció el lunes 17 de junio en el Hospital Clínico Quirúrgico a las 3:20 de la tarde. Sin embargo, debido a la burocracia y la logística, el traslado del cuerpo no se completó hasta las 9:00 de la noche. «Los carros que están utilizando para el traslado son camionetas o pisicorres, porque los carros fúnebres están rotos, sin frenos y votan los muertos», señaló.
Al llegar a la Funeraria de Santiago, la familia fue ubicada en el pasillo de la Sala I2 por falta de capacidad. «Los muertos hasta en los pasillos», lamentó Yanelis.

Las condiciones en la funeraria fueron deplorables. Las personas competían por asientos y la cafetería no tenía gas para preparar café. «El servicio de la cafetería pésimo, no tenían gas para hacer el café, que de hecho, ya no se reparte por sola, cuando hay, vas y te lo tomas allí», explicó.
Además, el servicio de las coronas fue inadecuado. Las coronas que recibió por la noche tenían flores secas, y por la mañana, el personal seguía sin poder proporcionar coronas frescas a tiempo. «Te decían 40 minutos y cuando ibas, no había», dijo Yanelis.
El problema se extendió hasta el momento del entierro. «Por la mañana todavía no sabíamos dónde iban a enterrar a mi tía. Había 5 muertos en blanco, esperando que llamaran de los cementerios para que les dieran las capacidades», informó Yanelis. A las 7:00 de la mañana, había 21 muertos esperando y para las 10:00, ya había 29 cuerpos.
Los familiares de Yanelis pidieron enterrar a su tía en un cementerio cercano, pero no había capacidad. «Yo le dije que si podían darme el Caney, que ella es de Santa Teresa y me dijeron que en El Caney no le daban capacidad hace rato», explicó.
Finalmente, su tía fue enterrada en el Cementerio de Icacos en la Playa Siboney, a casi 20 kilómetros del centro de la ciudad. «Ahora yo pregunto, a esos fallecidos que entierran en la tarde, porque se demoran en sacarlos de la funeraria, con tanta rueda que hay que echar hasta los cementerios con capacidad», cuestionó Yanelis.
La señora Yanelis lamentó la crisis que está viviendo la provincia en Servicios Necrológicos, donde los mayores afectados son los residentes de la provincia. Dejó su denuncia abierta para que los seguidores puedan opinar con entera libertad y espera que los Directivos de Servicios Comunales, el Gobierno y el Partido Comunista de Santiago de Cuba, con su Secretaria Beatriz Johnson Urrutia, encuentren una rápida solución a esta problemática.







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