Jenny Pantoja Torres ha denunciado públicamente en su perfil de Facebook una serie de amenazas recibidas a su teléfono personal desde el número +53 5 505 1333. La amenaza, enviada en un mensaje de texto, busca intimidarla y disuadirla de cumplir con lo que ella considera su deber cívico mensual, que se lleva a cabo cada 18 del mes.

El mensaje recibido por Jenny dice lo siguiente: «Buenas noches, como llegaste a Matanzas muy bien te alerto es la última vez que vas a llegar a Matanzas. Saludos y cuídese, dele mis saludos a Alina.»

Evidentemente, el remitente intenta asustarla para que no continúe con sus actividades cívicas en la ciudad de Matanzas, utilizando métodos que Jenny describe como «viles y cobardes».

Jenny no ha permitido que estas amenazas anónimas la intimiden. En su publicación, manifiesta claramente su determinación de no ceder ante ningún tipo de presión. Explica su presencia en Matanzas, indicando que decidió acompañar a Alina Bárbara López Hernández en un viaje a La Habana para protegerla de posibles abusos policiales, dado el historial represivo de las autoridades en su país. Jenny escribe:

«Estoy en Matanzas (con mayúscula), puesto que ya lo saben, porque consideré que como son tan viles y bajos los medios represivos de mi país, no podía dejar a Alina Bárbara López Hernández sola en un viaje a La Habana en el que podría sufrir nuevamente el maltrato policial y por ello decidí acompañarla.»

Jenny expresa su total repudio a estas tácticas intimidatorias y responsabiliza a la Seguridad del Estado, al gobierno cubano y a sus cuerpos policiales de cualquier daño que pueda sufrir en el futuro. Subraya que no ha cometido ningún delito y que su única motivación es hacer lo mejor por su país, que tanto sufre. Sus palabras reflejan su firme convicción:

«Hago responsable a la Seguridad del Estado, al gobierno cubano y a sus cuerpos policiales de cualquier cosa que me suceda de aquí en adelante. No he cometido delito alguno, ni tengo ninguna causa legal en mi contra. Solo el espíritu y el ánimo presto a hacer lo mejor para mi país que sufre.»

Además del mensaje de texto, Jenny recibió una llamada de su esposo informándole que la Seguridad del Estado se encontraba en las inmediaciones de su casa y que la amenazaron con imponerle un mes de arresto domiciliario como represalia por su viaje a Matanzas. Jenny denuncia esta medida como anticonstitucional y violatoria de sus derechos, incluyendo su derecho a la libre movilidad y al trabajo. Ella explica:

«Acabo de recibir una llamada de mi esposo que dice que en las inmediaciones de mi casa está la Seguridad del Estado. Y no solo eso, sino que amenazaron con que estaría a mi regreso un mes sin salir de mi casa como represalia por mi ‘ atrevimiento’ de venir a Matanzas (con mayúsculas oficiales). Sepan que estarán violando mi derecho a la libre movilidad, que será un delito anticonstitucional el imponer una sanción de prisión domiciliaria sin instrucciones de carga y sin tutela judicial. mi elemental derecho al trabajo.»

En su declaración, Jenny añade con firmeza que, si esta amenaza se materializa, Alina se mudará a su casa durante el mes de arresto domiciliario para solidarizarse con ella y para ahorrar recursos al estado represivo:

«Por cierto, si eso sucediera, Alina (quien también les envía saludos), se mudará para mi casa durante ese mes. Así les ahorramos recursos.»

Alina Bárbara López Hernández realiza una protesta cívica pacífica el día 18 de cada mes en el Parque de la Libertad en Matanzas. Esta protesta consiste en sentarse en un banco del parque, portando una hoja en blanco colgada del cuello, simbolizando su lucha por la libertad de expresión y los derechos civiles en Cuba. López Hernández exige una Asamblea Nacional Constituyente elegida democráticamente para redactar una nueva Constitución, libertad para los presos políticos sin exilio obligatorio, y cese del hostigamiento a personas que ejercen su libertad de expresión


​Esta denuncia pone de manifiesto la valentía de Jenny Pantoja Torres y su firme compromiso con los derechos civiles en Cuba. Su disposición a enfrentar las amenazas y su clara denuncia de los métodos represivos utilizados contra ella son un llamado a la comunidad internacional para que preste atención a la situación de los derechos humanos en la isla. La solidaridad de Jenny con Alina y su firme postura contra la intimidación son un ejemplo de la resistencia cívica frente a la opresión.

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