En un trágico incidente que ha generado indignación y protesta, Yaritza Llerena González, de 32 años, falleció en el hospital de Cárdenas, provincia de Matanzas, debido a una presunta negligencia médica. La denuncia, difundida a través de Cubanos por el Mundo, detalla que la joven acudió al hospital para solicitar una interrupción del embarazo, procedimiento durante el cual le perforaron el útero, situación que resultó fatal.

Falta de condiciones en el hospital

La denuncia enfatiza que el hospital de Cárdenas no cuenta con las condiciones necesarias para atender emergencias adecuadamente, careciendo tanto de infraestructura adecuada como de insumos esenciales. La fuente, que ha pedido permanecer anónima por temor a represalias, indicó que cuando Yaritza fue trasladada a la unidad de terapia intensiva, el elevador estaba fuera de servicio, lo que contribuyó a su desangramiento.

“Cuando fueron a llevarla a terapia el elevador estaba roto y la muchacha se desangró ya internada. Empezaron a darle paros cardiacos y murió”, relató la fuente.

Ginecólogo en estado de embriaguez

Otro aspecto alarmante de la denuncia es que el ginecólogo responsable del procedimiento, identificado como Melodio, estaba en estado de embriaguez durante la intervención. “El ginecólogo que la atendió completamente borracho hizo el procedimiento, se llama Melodio”, afirmó la denunciante.

Contexto del sistema de salud en Cuba

Este caso se suma a una creciente lista de denuncias sobre el deplorable estado del sistema de salud en Cuba. La atención inadecuada y la falta de recursos médicos se han convertido en problemas crónicos que afectan a los ciudadanos. En medio de una severa escasez de insumos y medicamentos, muchos pacientes se enfrentan a situaciones de vida o muerte sin recibir la atención necesaria.

Reacción del gobierno

Mientras tanto, el régimen comunista cubano ha sido criticado por su aparente indiferencia ante la crisis sanitaria que afecta al país. En lugar de abordar las carencias del sistema de salud, el régimen se concentra en proyectos que generen ingresos para sus propios fines, dejando a la población vulnerable y desatendida.