En medio de una grave crisis sanitaria, el régimen enfrenta críticas por la exportación de profesionales de la salud a México mientras la epidemia de fiebre Oropouche azota la isla. El Dr. Miguel Ángel Ruano Sánchez ha denunciado esta situación, destacando las consecuencias de esta política para la población cubana.

La epidemia de fiebre Oropouche, que ha provocado la muerte de un niño de cuatro años en Aguada de Pasajeros, Cienfuegos, ha afectado a más de 4,000 personas hasta la noche del 31 de mayo de 2024. Trinidad es uno de los municipios más afectados, según informes del Gremio Médico Cubano Libre (GMCL).

A pesar de esta emergencia sanitaria, el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) y la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos, encabezada por la Doctora Yamila de Armas, continúan enviando médicos a México. Esta práctica ha sido calificada por el Dr. Ruano Sánchez como una forma de llenar las arcas del gobierno en paraísos fiscales como la cuenta GAESA en Panamá, dejando desprotegida a la población cubana.

“La situación es alarmante. Las consultas están vacías y los médicos son enviados al extranjero, dejando a los cubanos sin la atención necesaria en plena epidemia,” afirmó el Dr. Ruano Sánchez. Además, señaló que en muchas zonas, tres o más consultorios ahora dependen de un solo médico, quien rara vez está disponible debido a la alta demanda.

Médicos dentro de Cuba han reportado un aumento en el flujo de pacientes, incrementando la presión sobre un sistema de salud ya sobrecargado. Estos profesionales informan que los médicos exportados a México viajan en vuelos nocturnos, custodiados por agentes de seguridad e inteligencia, con el objetivo de vigilar a los médicos y preparar el terreno para influir en las próximas elecciones mexicanas.

Al llegar a México, los médicos son distribuidos en autobuses a distintas municipalidades, presentados como parte de un programa de apoyo a la salud pública. Según el Dr. Ruano Sánchez, este nuevo envío incluye a más de 500 profesionales de la salud, con un objetivo de alcanzar los 1,500.

El Dr. Ruano Sánchez subrayó la paradoja de una dictadura que, mientras enfrenta una crisis sanitaria interna, envía sus recursos humanos a otros países. “Es una contradicción dolorosa. Cuba se proyecta como un faro de solidaridad médica en el extranjero, pero en casa, vivimos en la oscuridad de la desatención,” concluyó.

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