La Empresa Eléctrica de Villa Clara informó sobre una severa crisis energética que afectó la provincia durante la noche del 16 de mayo y la madrugada del 17. La situación se debió a fallas en varias plantas térmicas, elevando el déficit nacional a 1309 MW. Esta situación causó apagones prolongados, con un promedio de 14 horas sin electricidad para muchos residentes.

Los problemas surgieron debido a la salida no planificada de las unidades:

• Rente 6 por un salidero en la caldera.
• Mariel 8 por un salidero en el ECO.
• Rente 5 por alta temperatura.
• Mariel 6, afectada en la madrugada del 17 de mayo.

Estas fallas resultaron en una afectación sin precedentes, superando los cálculos iniciales de 980 MW a un máximo de 1309 MW. En la actualidad, el país enfrenta un déficit de 886 MW, con Villa Clara específicamente afectada con 104 MW. La empresa no pudo restablecer el servicio en las ocho horas previstas, prolongando el apagón a un promedio de 14 horas.

Las redes sociales se llenaron de quejas y acusaciones contra la gestión gubernamental. Comentarios de ciudadanos reflejan el descontento y la desesperación:

Geibis García denunció la situación en Caibarién, donde el apagón alcanzó 15 horas, acusando a las autoridades de mentir sobre la duración de los cortes. Onelvis Fundora criticó la desigualdad en la distribución de energía, mencionando que mientras algunas provincias jugaban béisbol con estadios iluminados, otras sufrían apagones continuos. Lindomar Acosta Pérez expresó su frustración sobre la falta de electricidad en municipios, mientras en Santa Clara y La Habana se mantenían todas las luces encendidas. Señaló que la situación empeora la vida diaria, afectando incluso la conservación de alimentos.

Estos apagones, resultado de una infraestructura energética deteriorada y una falta crónica de recursos, han exacerbado la crisis económica y social en Cuba. Los ciudadanos piden soluciones urgentes y una gestión más equitativa de los recursos energéticos. La Empresa Eléctrica de Villa Clara ha prometido restablecer el servicio de forma paulatina, aunque la incertidumbre y el descontento persisten.

Esta situación refleja no solo los desafíos técnicos, sino también la creciente insatisfacción de la población con las autoridades, quienes deben encontrar una solución sostenible para evitar que la crisis se profundice.