En medio de una profunda crisis económica y social que azota a Cuba, el dictador Miguel Díaz-Canel ha emprendido un viaje a Rusia en busca de apoyo político y económico para mantenerse en el poder. Mientras tanto, en las calles de La Habana y otras ciudades cubanas, la población sufre los embates de los apagones eléctricos que se agravan día a día.

La presencia de Díaz-Canel en Rusia, acompañado de una gran comitiva que incluye a su esposa Lis Cuesta, ha generado indignación entre los cubanos que ven esta visita como un claro intento de aferrarse al poder a costa del sufrimiento del pueblo cubano. Mientras el régimen busca aliados en el extranjero, miles de cubanos luchan por sobrevivir en un país donde la escasez de alimentos y medicinas es cada vez más aguda.

Para muchos activistas y defensores de los derechos humanos en Cuba, la visita de Díaz-Canel a Rusia es un acto de desesperación por parte de un régimen que ve peligrar su permanencia en el poder. Con cada vez más cubanos dispuestos a tomar las calles en protesta por las difíciles condiciones de vida y la falta de libertades, el dictador busca el respaldo de Putin y su gobierno para sofocar cualquier intento de levantamiento popular.

Sin embargo, para el pueblo cubano, la salida a la crisis no vendrá de la mano de acuerdos políticos en el extranjero, sino de cambios reales y urgentes dentro del país. La visita de Díaz-Canel a Rusia solo confirma la desconexión del régimen con las necesidades y aspiraciones del pueblo cubano, y refuerza la determinación de muchos cubanos de luchar por un futuro mejor y más libre para su país.

En última instancia, la visita de Díaz-Canel a Rusia es un recordatorio de la urgencia de un cambio en Cuba. Mientras el dictador busca mantenerse en el poder a cualquier costo, el pueblo cubano sigue resistiendo y luchando por sus derechos y su libertad. La salida a la crisis en Cuba no vendrá de la mano de dictadores, sino del poder del pueblo unido y decidido a construir un país más justo y democrático.

Deja un comentario

Suscribirse

Tendencias