La historia de Lisandra Rodríguez, una joven cubana que se volvió viral en los últimos días debido a su sorprendente parecido con la fallecida cantante británica Amy Winehouse, ha tomado un giro inesperado. Lisandra denunció en sus redes sociales que fue despedida de su trabajo en un bar estatal de La Habana debido a su presencia en medios de prensa independientes.

En una publicación en su cuenta de Facebook, Lisandra compartió la noticia de su despido y expresó su descontento con la situación. Aclaró que, si bien estaba apoyando en la atención de mesas en el bar, no contaba con los documentos necesarios para realizar esa labor. Sin embargo, señaló que considera injusto que los jóvenes cubanos se vean limitados en su búsqueda de superación por situaciones como esta.

En sus palabras, Lisandra elogió al director y los trabajadores de El Escabeche, el bar donde trabajaba, describiéndolos como personas excelentes. Sin embargo, señaló que los superiores jerárquicos fueron el problema detrás de su despido.

Este incidente pone de relieve los desafíos que enfrentan los jóvenes cubanos que buscan oportunidades de desarrollo y realización personal en un entorno donde las restricciones y limitaciones pueden obstaculizar su camino hacia el éxito. La historia de Lisandra refleja una lucha compartida por muchos jóvenes en Cuba, quienes enfrentan barreras similares en su búsqueda de crecimiento y prosperidad en un país en constante cambio.