En una noche ordinaria en el Hospital Provincial de Camagüey, Eduardo López se encontró con una situación preocupante que merece atención. El sábado 20 de abril, López presenció una escena lamentable en la sala de Neurocirugía: un paciente con problemas neurológicos, sin familia presente, y en estado de abandono.

El paciente, incapaz de valerse por sí mismo, se encontraba acostado en una cama desprovista de sábanas y rodeado de condiciones poco higiénicas. La sala de Neurocirugía carecía de personal de enfermería asignado, dependiendo únicamente de la atención esporádica de una enfermera de otro departamento.

Afortunadamente, la intervención compasiva de una enfermera de otro departamento proporcionó la ayuda necesaria para el paciente desamparado. Este incidente ha resaltado las deficiencias en el sistema de salud cubano y plantea interrogantes sobre la calidad de la atención médica y la asistencia social en el país.

La denuncia de Eduardo López es un recordatorio de la importancia de abordar estas preocupaciones de manera efectiva y garantizar que todos los pacientes reciban la atención adecuada, independientemente de su situación personal.

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